ISSN: 0016-7975
Ambiente/Environment/Meio ambiente
Jesús Bastardo
Lcdo°Quím°, MSc. Gerencia de Ambiente, División Junín. e-mail: jrbastardo@gmail.com
Recibido: 13-9-17; Aprobado: 7-11-17
Resumen
La contaminación por cadmio puede reducir considerablemente la productividad de los suelos agrícolas, debido a la movilidad de los iones y su disponibilidad para las plantas, causando al ser asimilado, serios problemas de salud por su alta toxicidad. Con el propósito de realizar una evaluación de los niveles disponibles de este elemento en suelos ácidos de producción agrícola del municipio Miranda, estado Anzoátegui, se seleccionaron 30 muestras de suelos (0-20 cm de profundidad) sembrados con frutales, hortalizas y pastos. La concentración del cadmio se determinó por absorción atómica. Los resultados señalan que en la mayoría de los suelos estudiados, los niveles disponibles de Cd están por encima de los máximos admisibles establecidos por la legislación vigente (decreto 2.635, 1998). Esto puede explicarse por la aplicación excesiva de agroquímicos, además del material parental y de los procesos de meteorización que originaron esos suelos.
Abstract
Cadmium contamination can greatly reduce the productivity of agricultural soils, due to the mobility of ions and their availability to plants, causing to be consumed, serious health problems by its high toxicity. For the purpose of an assessment of the available levels of this element in acid soils of agricultural production of the Miranda municipality, Anzoátegui State, 30 soil samples (0-20 cm depth) were selected, planted with fruit trees, vegetables and grasses. The cadmium concentration was determined by atomic absorption. The results indicate that in most of the studied soils, Cd available levels are above the allowable maximum laid down by the legislation in force (Decree 2,635, 1998). This can be explained by the excessive application of agrochemicals, as well as the parent material and weathering processes which originated these soils.
Resumo
A contaminação por cadmio pode reduzir consideravelmente a produtividade dos solos agrícolas, devido à mobilidade dos íons e sua disponibilidade para as plantas, causando ao ser assimilado, sérios problemas de saúde por sua alta toxicidade. Com o propósito de realizar uma avaliação dos níveis disponíveis deste elemento em solos ácidos de produção agrícola do município Miranda, estado Anzoategui, selecionaram-se 30 mostras de solos (0-20 cm de profundidade) semeados com árvores frutíferas, hortaliças e pastos. A concentração do cadmio determinou-se por absorção atômica. Os resultados assinalam que na maioria dos solos estudados, os níveis disponíveis de Cd estão acima dos máximos admissíveis estabelecidos pela legislação vigente (decreto 2.635, 1998). Isto pode ser explicado pelo aplicativo excessivo de agroquímicos, além do material parental e dos processos de intemperismo que originaram esses solos.
Palabras clave/Keywords/Palavras-chave:
Available levels, cadmio, cadmium, contaminación de suelos, contaminação de solos, níveis disponíveis, niveles disponibles, soil contamination, toxicidad, toxicity.
Citar así/Cite like this/Citação assim: Bastardo (2017) o (Bastardo, 2017).
Referenciar así/Reference like this/Referência como esta:
Bastardo, J. (2017, diciembre). Evaluación de los niveles disponibles de cadmio en suelos agrícolas del sur del estado Anzoátegui como un indicador de la calidad ambiental. Geominas 45(74). 167-171.
Introducción
El suelo es considerado un recurso natural frágil y no renovable, debido a que resulta difícil y costoso recuperarlo o incluso, mejorar sus propiedades después de haber sido alterado. La concentración de metales pesados (Cd, Cu, Cr, Hg, Ni, Pb, Zn etc.) en el suelo es un factor limitante para el uso agrícola del mismo. Tal condición tiene su origen en la meteorización que experimenta el material parental bajo condiciones normales de formación del suelo y aunque son constituyentes naturales en todos los suelos, su concentración se puede incrementar debido a fuentes antropogénicas (González et al., 2010). Así, la concentración de metales pesados y su movilidad en suelos ha aumentado por causas no naturales, siendo la actividad humana la fuente principal de este incremento en la contaminación de los suelos. Estas actividades provocan una modificación del contenido natural de los metales pesados, y pueden ser de diferente origen: vertidos industriales, vertidos procedentes de actividades mineras, aplicación de productos químicos agrícolas, lodos residuales, gases de combustión, emisión de partículas por los automóviles y por último, aunque no menos importante, los residuos sólidos de origen doméstico (Sánchez, 2003, citado por Hernández, 2011).
Las variadas formas de degradación de los suelos, derivadas primordialmente del uso y manejo que se le da a los mismos, se han transformado en la mayor limitación para la expansión e intensificación de la agricultura en todo el mundo, y especialmente, en las regiones tropicales y subtropicales dado un uso no controlado de fertilizantes tanto orgánicos como inorgánicos y de plaguicidas, es decir, son los principales obstáculos para la producción y requerimientos de alimentos para la población mundial en su conjunto (Lugo-Morín y Rey, 2009). Los metales pesados son de toxicidad extrema porque como iones o en ciertos compuestos, son solubles en agua y el organismo lo absorbe con facilidad. El cadmio puede ser absorbido fácilmente por las plantas, aunque no es esencial para la producción de los cultivos, generando por el contrario, efectos tóxicos en ellas, en animales y, por último, en el hombre, por ser un metal pesado no biodegradable que causa serios problemas de salud pública. Ello, porque una vez dentro del organismo, tiende a combinarse con las enzimas y a inhibir su funcionamiento. Hasta dosis muy pequeñas (0,1-0,2 µg/g) producen consecuencias fisiológicas o neuronales graves (González y Mejía (1995); Castro (1999); Matamoros (2005); Navarro et al., 2007.
La agrocontaminación y la erosión son problemas ambientales relevantes, ya que la composición y características generales de los contaminantes es muy variada, por lo que la interacción de los mismos con los componentes edáficos puede ser múltiple, pudiendo ocurrir simultáneamente varios tipos de reacciones (Vázquez et al., 2001).
En los últimos años, y en las condiciones actuales en las que se han desarrollado las actividades agrícolas en Venezuela, y específicamente en el municipio Miranda, al sur del estado Anzoátegui, pueden apreciarse diversas fuentes de contaminación que, con el paso del tiempo, tienden a provocar la alteración del suelo y a repercutir en la producción de los cultivos. Esto se debe a la adición de diversas sustancias, como: fertilizantes, plaguicidas, además de los derrames ocurridos por la actividad petrolera en la zona. Por otra parte, la agricultura intensiva practicada en estos suelos ha provocado procesos degradantes, que han llevado a los productores a la búsqueda de alternativas de fertilidad para el desarrollo de una agricultura sustentable, entre las cuales se encuentra el uso de abonos orgánicos, principalmente estiércoles, que son fuente importante de materia orgánica, pero que pueden también aportar cadmio, llegando a constituirse en un factor limitante en el uso agrícola de estos materiales (Abad, 1998). La contaminación por este metal, puede reducir considerablemente la productividad del suelo, incidiendo negativamente sobre la calidad del mismo. Por lo tanto, para evaluar el impacto de los metales pesados en el suelo es necesario conocer el tipo y concentración del elemento en las distintas fases de este sistema, debido a que cantidades importantes del elemento podrían estar presentes en formas no disponibles para las plantas (Martínez y Rivero, 2005). Ritchie y Sposito (1995) señalan la importancia de distinguir las especies químicas de cadmio, de acuerdo a la distribución de los componentes en el suelo para cuantificar los riesgos de contaminación.
El concepto de calidad de suelo cobra gran relevancia en este análisis, y se refiere a la capacidad de un tipo específico de suelo para funcionar dentro de límites ecosistémicos naturales o manejados, para sostener la productividad vegetal y animal, mantener la calidad del aire y del agua y ser soporte de la habitabilidad y la salud humana (Karlen et al., 1997). Para lograr un manejo adecuado del suelo que permita su conservación como recurso, es necesario contar con indicadores que permitan evaluar su calidad. El desarrollo de tales indicadores debe hacerse con base en las funciones del suelo que se evalúan, considerando aquellas propiedades edáficas sensibles a los cambios de uso. Adicionalmente, estos investigadores afirman que las formas disponibles no están necesariamente asociadas con una especie química en particular o un componente químico especial del suelo. Así, conociendo el peligro que representan los metales pesados y muy especialmente el cadmio, por su posibilidad de bioacumularse, surgió la necesidad de evaluar los niveles disponibles del mismo en suelos ácidos de producción agrícola del municipio Miranda, estado Anzoátegui, para determinar su nivel de toxicidad en estos suelos.
Materiales y métodos
El área agrícola seleccionada corresponde al municipio Miranda, localizado al sur del estado Anzoátegui, cuya actividad económica principal es la siembre de frutales, hortalizas y pastos para la alimentación de ganado.
Las muestras de suelos fueron tomadas, utilizando un barreno a una profundidad de 0-20 cm, aleatoriamente en diferentes unidades de producción ubicadas en la zona: El Palmar, Agua Clara, Cajobal, Yopales, Bare, Múcura, Paso Bajito, 19 de Abril, El Corozo, Pariaguán, El Pasaje, Atapirire, Vivoral, Bajo Limo, Zamorana, El Caobo, El Dorado, Hamaca, Bare II, Santa Juana, La Dominguera, El Manantial, Las Velas, Moriche, Los Manantiales, Las Enseñanzas, Santa Fe, Doña Tiña, La Laguna y La Llovizna. Todas las muestras fueron enviadas al laboratorio de suelos, para su análisis con fines de fertilidad.
Inicialmente las muestras fueron secadas a temperatura ambiente, se molieron y posteriormente fueron tamizadas (utilizando un tamiz con malla de 0,149 mm) para ser colocadas en envases plásticos debidamente identificados.
La determinación de las propiedades físicas y químicas se realizaron de acuerdo con las técnicas descritas por Jackson (1982): pH en agua en una relación 1:2.5 utilizando para ello un potenciómetro; % de materia orgánica (% MO) por el método de Walkley y Black modificado; la capacidad de intercambio catiónico (CIC) y cationes intercambiables recuperados con acetato de amonio; la textura por el método De Bouyoucos, determinado siguiendo las metodologías estandarizadas del manual de suelos para diagnóstico de fertilidad de Gilabert et al. (1990). Finalmente, para la extracción y cuantificación de cadmio disponible, se utilizó la solución extractora de Mehlich N°1 (extracción doble-ácido), determinados por Espectrofotometría de Absorción Atómica de llama (EAA-Llama). Todos los métodos analíticos utilizados son metodologías estandarizadas descritas en el manual de suelos para diagnóstico de fertilidad de Gilabert et al., 1990.
Para establecer relaciones entre las variables y para las concentraciones disponibles de cadmio en el suelo, se empleó un análisis de Correlación de Pearson. Para determinar, si existían diferencias significativas entre las distintas propiedades del suelo y las concentraciones de cadmio se utilizó la prueba de t-student de aproximación de Welch.
Resultados y discusión
En el cuadro 1 se pueden observar los resultados arrojados por los estudios realizados para las diferentes propiedades de las muestras. Así, los suelos analizados provenientes de los fundos seleccionados, que pertenecen a tres grandes grupos de suelo Kandiustul, Haplustox, Quarzipsament (Mogollón y Comerma, 1994), tienen como característica común el tipo de textura. En tal sentido, las partículas minerales de arena son mayores al 70%, siendo las de arcilla y limo muy bajas, ubicándose estos suelos entre los completamente arenosos hacia los areno francosos, a excepción de dos fundos (19 de abril y El Pasaje), con suelos franco arenosos. En relación al pH de los suelos, estos son fuertemente ácidos pH 4,7 y moderadamente ácidos pH 6,4, con baja capacidad de intercambio catiónico y bajo porcentaje de materia orgánica (< 1,50), excepto para los fundos El Corozo, El Pasaje y Vivoral con un % MO medio (>1,50).
Cuadro 1. Textura y valores de pH, % Materia Orgánica y Capacidad de Intercambio Catiónico (CIC) en los suelos estudiados.
La existencia de suelos con valores mayores al permisible, puede ser entre otras causas de la agricultura intensiva que se realiza en la zona, por el empleo en forma prolongada de fertilizantes fosfatados y plaguicidas como el malatión, los cuales contienen elementos como el Cadmio; así como fungicidas a base de arseniatos, lo que puede provocar un incremento del nivel de este metal en el suelo, lo que puede representar un riesgo potencial de contaminación por este elemento de los suelos estudiados y los acuíferos de la zona, con un alto riesgo para la salud humana.
Los datos de textura del suelo nos pueden dar una idea de que, en donde hay mayor contenido de arcilla hay mayor concentración de Cadmio ya que as partículas de arcilla, dada su gran superficie específica, intercambianciones de la disolución del suelo, lo que hace que tenga un buen poder de retención de nutriente. Sin embargo, hay que considerar otros factores como %MO, pH, estructura del suelo, así como las prácticas agrícolas empleadas. En tal sentido, Rulkens et al. (1995), señala que los contaminantes en suelos y sedimentos se pueden hallar en seis formas diferentes: como partículas (contaminantes particulados), como películas líquidas, adsorbidos, disueltos en el agua intersticial de los poros, o como fases sólidas en los poros, por lo que la movilidad de un metal depende no sólo de su especiación química, sino de una serie de parámetros del suelo tales como pH, materia orgánica, capacidad de intercambio catiónico y minerales de la arcilla. Así, no todos los cationes de cambio están igualmente disponibles, sino que depende del mineral o minerales de los que están formando parte como complejo de cambio. Al respecto, Tack y Vandecasteele (2008) citan a Capilla et al. (2006) y a Vandecasteele et al. (2002ª) mencionando que un pH neutro, alto contenido de materia orgánica y de arcilla, favorece la baja movilidad de los metales pesados; por lo cual se espera que los suelos estudiados por estos autores que tuvieron mayor contenido de arcilla y de materia orgánica presenten una alta contaminación por metales pesados.
Análisis de varianza y Correlación de Pearson para estos parámetros, indican que no existe una correlación directamente proporcional significativa entre pH, % M.O. y C.I.C (CPearson: 0,0128, 5,407 x105 y 0,0653, respectivamente).
Con relación al contenido de cadmio (Cd) en estos suelos (Cuadro 2), tomando como referencia que Emsley (2003) señala que los suelos tienen un contenido muy variable de este elemento, pero en promedio hay una concentración natural de 1 µg/g, podemos señalar que la mayoría de los fundos superan los contenidos máximos admisibles establecidos por la legislación vigente con valores de Cd>1 µg/g (decreto 2635,1998). Esto significa que la mayoría de los suelos bajo estudio, pertenecientes todos a un mismo municipio, presentan niveles importantes de contaminación por Cadmio, con la excepción de los suelos de los fundos El Pasaje, Vivoral, Zamorana, La Dominguera, Las Velas, Moriche, La Enseñanza y Doña Tiña, los cuales presentan valores menores al permisible.
Cuadro 2. Contenido de Cadmio disponible en suelos representativos del municipio Miranda al Sur del estado Anzoátegui, Venezuela, tomadas a una profundidad de 0-20 cm.
Conclusiones
Basados en los resultados obtenidos en el estudio se concluye lo siguiente:
Las concentraciones de Cadmio en la mayoría de los suelos analizados están por encima del límite máximo permisible de acuerdo a la normativa ambiental vigente.
El uso o manejo del suelo con agroquímicos, fertilizantes y prácticas culturales de laboreo pueden estar influyendo en la concentración de Cadmio en dichos suelos.
Recomendaciones
Realizar un estudio sobre la cobertura vegetal y evaluar la capacidad que estas plantas tienen para absorber metales pesados, además de realizar un estudio de la concentración de Cadmio en los pastos para consumo animal y en las frutas y hortalizas para el consumo humano.
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