ISSN: 0016-7975
GEOMINAS, Vol. 45, N° 72, abril 2017
Ambiente/Environment/Meio ambiente
Carlos Luis Valerio Rojas
Lcdo°Socio°, Dr. Universidad de Oriente. e-mail: carlosluisvr@gmail.com
Recibido: 9-2-17; Aprobado: 20-3-17
Resumen
La indagación estuvo orientada al logro del objetivo cardinal de analizar las opciones para la concreción y gestión del desarrollo sostenible desde las universidades regionales, nacionales y locales, como instituciones responsables, por ley, del constructo del conocimiento en las diferentes disciplinas científico-técnicas, preparación integral del talento humano requerido por los diversos sectores de la economía de los pueblos: primario (agricultura, ganadería, minería), secundario (transformación de la materia prima y terciario (servicios); además de los procesos de transferencia de los conocimientos alcanzados, mediante las competencias de: investigación, enseñanza, extensión y servicios. El estudio fue analítico y hermenéutico, apoyado en la pesquisa documental. Los resultados definitivos afloran la existencia de determinadas debilidades confrontadas por las universidades: desconocimiento probo del paradigma de desarrollo sostenible; incumplimiento de la normativa legal protectora de los ecosistemas; falta de apoyo financiero por parte del Estado para el emprendimiento de proyectos investigativos; reacción al cambio paradigmático por parte de la gerencia universitaria; prosecución del influjo de la episteme positivista-mecanicista de la modernidad, entre otras. Podemos concluir, que pese a tales dificultades, se garantiza que solamente las opciones estratégicas para la concreción y gestión del paradigma de desarrollo sostenible, solamente podrá lograrse mediante la participación protagónica de nuestras universidades.
Abstract
The inquiry was aimed at achieving the cardinal objective of analyzing the options for the concretion and management of sustainable development from regional, national, and local universities, as institutions responsible, by law, for the construction of knowledge in the different scientific and technical disciplines, preparation (Agriculture, livestock, mining), secondary (transformation of the raw material and tertiary (services), in addition to the processes of transfer of the knowledge reached, through the final results show the existence of certain weaknesses confronted by the universities: lack of understanding of the paradigm of sustainable development, non-compliance with the principles of research, education, extension, and services. “The study was analytical and hermeneutic, supported by documentary research. Legal regulations protecting ecosystems; lack of financial support from the State for undertaking research projects; reaction to the paradigmatic change on the part of the university management; continuation of the influence of the positivist-mechanistic episteme of modernity, among others. We can conclude that, despite such difficulties, it is guaranteed that only the strategic options for the concretion and management of the sustainable development paradigm can be achieved through the leading participation of our universities.
Resumo
A indagação esteve orientada ao lucro do objetivo cardinal de analisar as opções para a concreção e gerenciamento do desenvolvimento sustentável desde as universidades regionais, nacionais e locais, como instituições responsáveis, por lei, do constructo do conhecimento nas diferentes disciplinas científico-técnicas, preparação integral do talento humano requerido pelos diversos setores da economia dos povos: primário (agricultura, ganadeira, mineração), secundário (transformação da matéria-prima e terciário (serviços); além dos processos de transferência dos conhecimentos atingidos, mediante as concorrências de: investigação, ensino, extensão e serviços. O estudo foi analítico e hermenêutico, apoiado na pesquisa documentária. Os resultados definitivos afloram a existência de determinadas debilidades confrontadas pelas universidades: desconhecimento probo do paradigma de desenvolvimento sustentável; incumprimento do regulamento legal protetora dos ecossistemas; falta de apoio financeiro por parte do Estado para o empreendimento de projetos investigativos; reação à mudança paradigmática por parte da gerência universitária; prossecução do influxo da episteme positivista-mecanicista da modernidade, entre outras. Podemos concluir, que pese a tais dificuldades, se garante que somente as opções estratégicas para a concreção e gerenciamento do paradigma de desenvolvimento sustentável, somente poderá ser conseguido mediante a participação protagônica de nossas universidades.
Palabras clave/ Keywords/Palavras-chave:
Concreção, concreción, concrete, conhecimento, conocimiento, desarrollo sostenible, desenvolvimento sustentável, gerenciamento, gestión, knowledge, management, sustainable development, universidades, universities.
Citar así/Cite like this/Citação assim: Valerio (2017) o (Valerio, 2017) .
Referenciar así/Reference like this/Referência como esta:
Valerio R, C. L. (2017, abril). Opciones estratégicas para la concreción y gestión del desarrollo sostenible desde las universidades. Geominas 45(72). 25-30.
Introducción
El tejido social global de la contemporaneidad está siendo afectado por una profunda e indiscutible crisis civilizatoria, que amenaza todos los elementos fundamentales de la vida antrópica: económica, religiosa, política, cultural, ética, tecnocientífica y ambiental; específicamente de los Continentes de África, Asia y de regiones sui géneris de América Latina y el Caribe, donde se localiza Venezuela; las cuales se encuentran actualmente conmovidas por un conjunto de asuntos problemáticos de: dependencia tecnocientífica por sus débiles economías; hambruna; corrupción endeudamiento externo e interno; deterioro de sus ecosistemas ecoproductivos, terrorismo; enfermedades, otrora extinguidas; desempleo; marginalidad; desertificación; eutrificación de sus cuerpos de agua; cambio climático, extinción de especies florísticas y faunísticas, entre otros. Resaltamos que, de esta fenomenología, no escapan las instituciones universitarias responsables de las competencias ineluctables de investigación docencia, extensión, servicios. y transferencia de saberes; que igualmente se sienten alterados por variables como: falta de inyección de recursos financieros por parte del Estado para el debido desempeño de sus funciones; desconocimiento del alcance, principios y estrategias de asunción del paradigma de desarrollo sostenible; posturas opositoras al cambio paradigmático; predominio hegemónico de la episteme positivista-mecanicista de la gerencia universitaria; debilidades en la política científica de las universidades y del país; fuga de talentos hacia otras latitudes por la realidad sociopolítica nacional, entre otras.
Aseveramos, que entre las salidas viables de la problemática ambiental más viables para la debida atención de la misma, la sociedad mundial a través de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y sus órganos conexos relacionados con el medio ambiente y la calidad ambiental y de vida de las poblaciones humanas, han esgrimido el paradigma de desarrollo sostenible como opción ineluctable, debiendo puntualizar que el mismo deviene de la Comisión Bruntland o también denominada Comisión Mundial para el ambiente y Desarrollo (CMAD), creada en el año 1987, cuando elabora el informe “Nuestro Futuro Común”, que, procura el constructo y gestión del modelo de desarrollo sostenible en toda la extensión de nuestra “Tierra Patria”, con la firme intencionalidad de que las generaciones humanas del presente aprendan a conservar, defender y mejorar progresivamente la integralidad de ecosistemas biodiversos, aplicando estrategias factibles, a su alcance; disminución al máximo de los índice de pobreza, miseria y marginalidad que impera en la sociedad mundial de estos días; aunado al menester de creación de un aparato económico-productivo más justo y humanizado, mayormente, en los pueblos con economías más depauperadas y endeudadas, hasta llegar a la concreción y gestión inteligente del paradigma de desarrollo sostenible, que encuentra como asidero cardinal la planificación y praxis sistémica, sinérgica y permanente de programas de educación ambiental para la sostenibilidad, en y desde el contexto de las universidades transnacionales, regionales, nacionales y locales.
Tan inminentes resultados, motivan a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a continuar el desarrollo progresivo de eventos mundiales, a objeto de ir progresando al respecto. En ese sentido, adelantan la “Cumbre de la Tierra” en 1992: Río de Janeiro, presentando la “Agenda XXI”, con el patrocinio de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Ambiente y el Desarrollo” (UNCED) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). A posteriori, en 1997, se realiza el Protocolo de Kioto, con miras de definir y aplicar normas contra la emisión de partículas a la atmósfera causantes del efecto invernadero ambas entidades realizan exitosamente en el año 2002 la “Cumbre de la Tierra”, celebrada en Johannesburgo, capital de Suráfrica, donde reconocen la trascendencia cardinal del paradigma de desarrollo sostenible, apalancado por la educación ambiental para la sostenibilidad. A posteriori, la ONU, en diciembre de 2015, cumple en Paris la “Conferencia sobre Cambio Climático” y en última instancia la referida institución conjuntamente con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) organización plantea en New York en el 2015 “La Agenda 2030: Objetivos y Metas del Desarrollo Sostenible”, formulando 17 0bjetivos y 169 metas, que deberán cumplir las naciones adscritas a la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Asimismo, cabe advertir que la planificación ambiental figura en la concepción del desarrollo como una expresión abierta a la necesidad de integrar la dimensión ambiental en el constructo del desarrollo sostenible. Igualmente, emerge vinculado con una de las tendencias expresivas a nivel planetario de poder armonizar el crecimiento y la estabilidad económica con la ecología y sus componentes socioculturales. Respecto al desarrollo sostenible se puede entender como una meta, una expectativa, un modelo al que debemos llegar para dar solución definitiva a la grave ecocrisis. Es decir, es aquel que permite a cada ser humano actual tener acceso a los satisfactores indispensables para vivir con dignidad, y que son equivalentes a “X” kilocalorías/día, independientemente de su ubicación geográfica en el planeta. Como este desarrollo también debe ser accesible a las generaciones futuras, la población mundial necesita estabilizarse en “Y” miles de millones de individuos (Oropeza, 1996).
Con relación al caso de Venezuela, respecto a las opciones estratégicas para la concreción del paradigma de desarrollo sostenible, el país cuenta con una vasta base jurídica como soporte de tan importante imperativo. Entre los cuales, relieva la Constitución nacional (1999), cuyo Título III: De los Derechos Humanos y Garantías y de los Deberes, Capítulo VI: De los Derechos Culturales y Educativos, artículo 107, reconoce la importancia capital de la educación ambiental para la sostenibilidad en todos los niveles y estratos del sistema educativo venezolano. De igual manera, el Capítulo IX: De los Derechos Ambientales, artículos 127-129, corrobora la trascendencia de la preservación, defensa y mejoramiento del ambiente, como condición sine que non para la conservación de la biodiversidad, en beneficio de las presentes y venideras generaciones. Acto seguido, la Ley Orgánica del Ambiente (2006), en su Título I: Disposiciones Generales, artículo 10, numeral 9, promueve la investigación y la gestión de información útil sobre la sostenibilidad de los ecosistemas biodiversos; mientras, que el Título III: Planificación del Ambiente, Capítulo I: De la Planificación del Ambiente, en sus numerales: 1-6, aborda todos los aspectos sobresalientes para una planificación y gestión inteligente de los ecosistemas en el país. De igual manera: el Título II: De la Educación Ambiental y la Participación Ciudadana, Capítulo I: De la Educación Ambiental y la Participación Ciudadana, artículos 36 al 41, resaltan el papel indiscutible, que debe cumplir el sistema educativo nacional, y particularmente las universidades en los procesos de sensibilización y formación integral de la población en lo inherente al paradigma de desarrollo sostenible, su construcción y gestión. Finalmente, tomamos en consideración, la Ley Orgánica de Educación (2006), que contiene en su seno las orientaciones, políticas, procesos y estrategias encaminadas hacia la concreción sistémica, sinérgica e interdependiente del modelo de desarrollo sostenible.
Planteamiento del problema
En este preciso contexto, subrayamos que uno de los problemas más preocupantes y de interés de la sociedad contemporánea lo representa la ecocrisis medioambiental, amenazante de la biodiversidad de los ecosistemas socioecológicos, donde despunta la vida antrópica: elemento clave de la biodiversidad y de las múltiples formas de vida existentes en la biósfera. Sin lugar a dudas, que el tejido social mundializado de estos tiempos está siendo golpeado por una aguda crisis civilizatoria de carácter estructural, que atañe a todas las naciones y organizaciones: políticas, socioculturales, jurídicas, religiosas, técnicas, científicas, económico-financieras, ambientales, entre otras; que no están cumpliendo debidamente las competencias para las cuales fueron creadas y legitimadas durante el transcurso de la modernidad, mostrándose actualmente desarraigadas y apartadas radicalmente del propósito que posibilitó su fundación: la satisfacción oportuna e integral de las necesidades humanas básicas, con la tendencia de garantizar a la ciudadanía una calidad ambiental y de vida digna, como sistema interconectado que es la Pachamama, que hoy está sujeta a un inminente riesgo de extinción. Pese a la totalidad estas amenazas, seguimos destruyendo y parece que sólo nos preocupe el mínimo, casi imaginario, riesgo de cáncer que producen los teléfonos móviles, las líneas eléctricas de alta tensión, los residuos pesticidas en la comida o la propia luz solar. Y más temor todavía nos da cualquier cosa que tenga que ver con la energía nuclear. En realidad, nos preocupamos por el mosquito y nos tragamos el camello (Lovelock, 2007).
Asimismo, pensamos en la necesidad emergente de confrontar la crisis ambiental de la modernidad industrialista atentatoria de la humanidad, sus hábitats y ecosistemas, con su irracional modelo de desarrollo político-económico ecodepredatorio e irracional A este modelo industrial con uso intensivo de energía y de contaminación se suma un patrón de consumo, con especificidad en las grandes ciudades o metrópolis que estimulan el círculo vicioso de menoscabo contra la vida de millones de personas, con secuelas directas hacia la población más pobre; y ese modelo contra-natura en la relación hombre-hombre y hombre-naturaleza igualmente comienza a repetirse en las ciudades medianas y pequeñas, que reproducen un patrón expoliador del medio ambiente (Mansilla, 2001).
Ahora bien, se advierte que esta situación irregular no es reciente, ya que deviene históricamente de la época pre-moderna; agudizada impetuosamente durante la modernidad con el surgimiento abrupto y absurdo de la revolución industrial de fines del siglo XVIII, apalancada en su racionalidad técnica-instrumental, positivista, reduccionista, explotadora, expropiadora y depredadora de los ecosistemas del planeta, la cual, ha venido dejando a su paso un conjunto de impactos negativos que ponen en riesgo la biodiversidad, incluso de la especie humana: calentamiento global; lluvia acida; hambruna; pobreza extrema; miseria; pobreza; desertificación; ruptura de la capa de ozono; eutrificación de recursos hídricos; distintas formas de contaminación del aire, los suelos, el agua; reaparición de enfermedades consideradas como ya extinguidas; por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Oficina Panamericana de la Salud (OPS); terrorismo; belicismo; endeudamiento interno y externo de las economías más depauperadas de los pueblos con economías más débiles, entre otras (Naranjo, 1997; Valerio 2013). A la par, se hace indispensable advertir que los más conspicuos defensores de la episteme modernista, perciben -equívocamente- la naturaleza como una entidad indómita y salvaje, pero infinitamente opulenta en recursos y materia prima para garantizar e impulsar el mito del desarrollo y el progreso de las naciones, tanto capitalistas como socialistas al alinearse con el lema: “todo lo que es técnicamente posible es éticamente deseable”, cual licencia estereotipada por ambos bloques de países contra la naturaleza y sus recursos, explícitamente en África, Asia y América Latina, particularmente (Ludevid, 1997; Terrón, 2010).
Ante tal situación ambiental crítica, surge el desarrollo sostenible en 1978, progresando desde la visión de “ecodesarrollo” hasta la de “desarrollo sostenible”, como proceso tendente a mitigar las necesidades de la población actual sin comprometer la capacidad de las generaciones venideras para cubrir las suyas propias, como aporte de la Comisión Bruntland, hoy lo internalizamos como un paradigma emergente, gracias al concurso de la investigación de la ciencia en su generalidad, es decir, las ciencias ambientales, formales, fácticas; como las ciencias gerenciales, que están aportando su granito de arena desde una visión multidisciplinaria, transdisciplinaria e interdisciplinaria para arribar a la concreción del modelo (Valerio, 2010). Acotamos, en relación particular con la problemática ambiental de Venezuela, como país que se distingue por la posesión de una amplia y aquilatada normativa ambiental, que en pocas palabras se incumple flagrantemente, como lo demuestran los ecocidios en los lagos de Valencia y Maracaibo; lagunas de Tacarigua, Unare, Píritu; caño Mánamo; Parques Nacionales de Morrocoy, Mochima, la Arestinga, entre otros (Capriles, 2000).
En la misma línea de elucidación, planteamos, que mediante la aplicación de la técnica de observación directa y participativa aplicada in situ; entrevistas no estructuradas con expertos ambientalistas no incluidos en la muestra poblacional de trabajadores y trabajadoras del Complejo Industrial petrolero y petroquímico de Jose, resultó posible cerciorarnos de la notoria problemática ambiental que ocasiona el ese centro industrial a la calidad ambiental y de vida del personal que en él labora y en los asentamientos urbanos y rurales circundantes, a saber: emisiones toxicas a la atmosfera por parte de las industrias petroleras y petroquímicas; descargas de gases y humo: dióxido de azufre, amoníaco, óxidos de nitrógeno, monóxido de carbono, hidrocarburos, oxidantes, sulfuro de hidrógeno, partículas en suspensión: polvos de coque, azufre y neblina, trazas de vanadio y níquel, entre otros, que afectan la salud de la población, daños en la vías respiratorias, cáncer; erupciones en la piel: mientras, que la contaminación hídrica percibida en los cuerpos de agua marino y lacustre de la laguna de Píritu, se pueden observar contenidos grasos, aceite vertidos por la limpieza de los depósitos de los buques transportadores de petróleo y sus derivados (Gutiérrez, 2010; Franco, 2010; Prieto, 2011; RED ARA, 2011; Polizuk, 2012).
A ello, amplificamos, la discrepancia del país en la educación ambiental para la sostenibilidad y la necesidad de formación ambiental de la población, adicionado al caótico proceso urbanístico del país. Encontramos, que partir de que existe una gran falta de educación ambiental en la gente. La labor formadora tiene que ser compartida por el Estado y la sociedad en general. Sí ésta no tiene un mínimo de conciencia ecológica es muy difícil obtener una gestión ambiental exitosa. Pero nosotros tenemos un factor que generalmente se subestima o no se toma en cuenta: lo que ocurrió desde el punto de vista urbanístico en Venezuela. La urbanización en Venezuela fue la más violenta de América Latina (Gabaldón, c. p. Rondón, 2014).
Metodología
La indagación fue analítica, persiguiendo el entendimiento interpretativo de la temática mediante el empleo de criterios, objetivos de análisis, logro de sinergias útiles al proceso (Hurtado, 2007). Asimismo, se recurrió a la hermenéutica-interpretativa, dedicada a la consideración, tanto de la naturaleza de los discursos aportados, recursos informacionales soportes del estudio, y de los artificios constructivos y mecanismos empleados en los discursos (Prada, 2010), encontrando apoyo en la investigación documental. El trabajo utilizó un diseño de campo, que comprende el análisis sistemático del problema, al describirlo, interpretarlo, entenderlo en su naturaleza y factores atinentes (UPEL, 2006). Los datos fueron proporcionados por 17 investigadores libres de la UDO, Anzoátegui, quienes respondieron un cuestionario tipo encuesta.
Discusión de resultados
Los hallazgos definitivos del estudio arrojan como opciones estratégicas para la concreción y gestión del desarrollo sostenible desde las universidades lo siguiente:
- Formulación de políticas públicas efectivas, a nivel nacional, regional y local que apalanquen el proceso de desarrollo sostenible en la integralidad del país, teniendo en cuenta el papel fundamental de las universidades públicas y privadas; las cuales fungirán como entidades orientadoras, sensibilizadoras, socializadoras y de soporte al proceso de gestión (planificación, dirección, ejecución, supervisión, evaluación-control y realimentación)del paradigma en construcción, realzando sus competencias investigativas, de “enseñabilidad”, extensivas, de servicios y de transferencia de los saberes generados en el contexto académico; pero con la participación activa y protagónica de los entes centralizados y descentralizados del Estado.
- Desarrollo de eventos globales asociados con el Desarrollo Sostenible. Al respecto subrayamos: Conferencia de la ONU sobre cambio climático, celebrada en Dinamarca, Copenhague, diciembre 2009; Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático; COPP 22 (Marruecos), donde se prevé la aplicación de las Normas ISO 20121; Agenda de la ONU sobre Agenda 2030: Objetivos y Metas del Desarrollo Sostenible, cumplida en septiembre de 2015 en New York y III Conferencia sobre Hábitat: Ciudades para el Desarrollo Sostenible: 2017-2020. Adelantada en Ecuador en octubre 2016.
- Diseño de un Plan de Desarrollo Sostenible (PDS). Para el abordaje sistemático y gradual de la grave problemática ambiental, que afecta la productividad de los diferentes ecosistemas biodiversos, tomando en cuenta la participación entusiasta y consensuada de las diferentes instituciones que configuran la sociedad venezolana, y observando la rica experiencia alcanzada por otros países, que han encontrado en el desarrollo sostenible, la salida inequívoca a la ecocrisis que perturba nuestra cotidianidad, productividad, competitividad y prestigio.
- Adquisición y manejo idóneo de tecnologías limpias o ecoamigables en el proceso productivo. Nuestro país debe hacer una notable inversión en tecnologías duras y blandas en ese firme propósito, con miras de reducir las emisiones tóxicas a la atmósfera, que deterioran la calidad ambiental y de vida de la población. Asimismo, es indispensable el aprovechamiento inteligente de nuevas fuentes energéticas que sobreabundan en el país, permanentemente: Energía solar, utilizando paneles construidos para tales fines en los espacios urbanos y rurales que todavía no disponen de tan vital servicio; energía eólica. Adquiriendo la cantidad de molinos necesarios para la producción energética demandada por nuestro país; energía hidráulica, utilizando racionalmente el potencial energético generado por las olas marinas y cascadas potenciales; bioenergía, obtenida a través de residuos orgánicos que posibilitan la producción de biomasa, debiéndose valorar la experiencia del Centro de Investigaciones del Estado para la Producción Agroindustrial (CIEPE); energía nuclear, teniendo en cuenta que nuestro país es precursor en la región latinoamericana, al construir el primer reactor nuclear en 1956 en los Altos de Pide, estado Miranda, con fines médico y pacíficos, entre otras.
- Debida aplicación de la normativa ambiental nacional e internacional a disposición del país, Venezuela se destaca por ser una nación con la más variada legislación ambiental en la región que se incumple abiertamente. Asimismo, dispone de las Normas ISO 14.000, aplicables a la preservación ambiental, que igualmente figura como letra muerta, para los entes del Estado de velar por el estricto respeto de la misma.
- Diseño y aplicación de un programa de formación de una cultura ambiental para la sostenibilidad, a ser adelantado por el sistema educativo nacional, y sobre todo por el conjunto diverso de universidades públicas y privadas, en concordancia con lo solicitado por la ONU, en la Agenda 2030 sobre el constructo y gestión del desarrollo sostenible. Ejemplo de ello, los encontramos en los siguientes programas doctorales facilitados por las siguientes universidades: Universidad Nacional de Colombia (Doctorado en Agroecología); doctorado en desarrollo sostenible (Universidad de Manizales); doctorado en desarrollo sostenible (Universidad Simón Bolívar, Venezuela); doctorado en ciencias naturales para el desarrollo (Universidad Estatal a Distancia, Costa Rica); doctorado en desarrollo sostenible (Universidad de Guadalajara, México y; doctorado en desarrollo sostenible (Universidad de Quintana Roo, México), entre otros.
Conclusiones
A modo de colofón, resulta viable concluir, que Venezuela por estar viviendo una situación sui generis como país monoexplotador, monoproductor y monoexportador de petróleo tiene, prácticamente, un solo producto que rige su economía; de ahí, los vaivenes que caracterizan a su aparato económico, que amerita ser diversificado, repensado y reconstruido sobre la base de otras fuentes productoras de bienes y servicios de calidad, competitividad y prestigio; captación de inversionistas nacionales y extranjeros, que necesariamente deberán tener en cuenta los objetivos y metas del desarrollo sostenible 2030, en aras de reducir la pobreza, marginalidad, creación de fuentes de trabajo, aportación justa y a tiempo a los centros generadores de conocimientos, saberes, valores, proyectos, experiencias creativas e innovadoras, como lo son indiscutiblemente nuestras universidades.
En esa vertiente, ese proceso repensador y decostructor del entramado social venezolano, constituye la puerta de entrada inequívoca que nos permita el éxito de las opciones estratégicas consideradas por el estudio, con la firmeza de la concreción y gestión del paradigma de desarrollo sostenible desde las universidades, como en realidad acontece en los pueblos que se mueven en la sociedad del conocimiento y están aunando esfuerzos, talentos, recursos, experiencias y valores, que apuestan a la posibilidad de moverse desde ya dentro de los patrones demandados por el desarrollo sostenible, en beneficio de las generaciones de hoy y del mañana, a partir del uso racional de sus ecosistemas socioecológicos, y donde la ciudadanía participa activamente de tan exitoso logro.
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